Despiértame si ves en mi penumbra
un halo de insomnio simulado,
si la luz de mi desvelo está prendida
en reclamo de tu parte más furtiva,
en simbiosis con mi espíritu malvado.
Arráncame del sueño y sé valiente
si ves que me persiguen desamores,
si esquivo desencuentros espectrales
invítame a gustar tus dos mitades
y a rendirme en pleitesía a tus favores.
Pero si crees que es arduo el pensamiento
y meditas en la duda, y lo consientes
y te escondes como presa malherida,
si crees que es mejor morir en vida
… déjame soñar, no me despiertes.
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